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¿Quién es César Milani? ¿Qué rol cumplió durante la última dictadura este militar detenido el día de ayer? Horacio Baca recuerda la desaparición de Alberto Ledo, relata la historia de los sucesivos ascensos de Milani y se refiere al “doble estándar” en el juzgamiento de los delitos de lesa humanidad.  

César Milani fue detenido ayer por los secuestros de Verónica Matta y los Olivera. Esta detención pareciera indicar que la impunidad del represor está llegando a su fin cuarenta años después. Pero quiero detenerme en la otra causa que complica a Milani, acaso más cercana para los tucumanos: la desaparición de Alberto Agapito Ledo. Una causa por la que Milani nunca fue detenido, y que recuerda algunos episodios muy tristes para nuestra provincia.

Ledo era un conscripto que participó del Operativo Independencia a las órdenes de Milani, que en esos años revestía en el Batallón de Ingenieros de Construcción 141. Fue en préstamo a Tucumán en el marco de este operativo, que inauguró el terrorismo de Estado en democracia con el decreto Nº261/75 de Isabel Perón. El represor acostumbraba a preguntar, en charlas “inocentes”, qué opinaban los conscriptos del Proceso, de los subversivos, etc. Alberto Ledo, por su parte, había sido vinculado al Frente Armado Estudiantil por la inteligencia militar de Bussi. Otros informes lo catalogaban como militante del ERP. Lo tenían marcado.

El 16 de junio del ’76 Ledo partió en una comitiva de dos vehículos para hacer un recorrido de rutina. Nunca volvió. Sus compañeros recibieron la orden de retirar su equipo. Cuando su madre preguntó dónde estaba, los oficiales le dijeron que había desertado. El acta de deserción fue firmada por Milani, a quien Ledo servía como asistente personal. Y el original de este documento fue robado del expediente en el año 2013.

Luego, con el transcurso del tiempo, Milani iría logrando distintos ascensos dentro de las Fuerzas Armadas a través de su relación con Nilda Garré (ex ministra de seguridad y defensa del kirchnerismo, y actual diputada por el FpV). Durante esos años llevó a cabo una política de persecución a los militares que no formaban parte de su camarilla. La UCR se opuso a sus sucesivas jerarquizaciones, y dirigentes como Gerardo Morales y José Cano denunciaron su participación en delitos de lesa humanidad. Pero el bloque del FpV se empecinó en ascenderlo, llegando a emplear tácticas tan burdas como tratar su pliego junto a los de otras 326 promociones menores e inocuas en comparación.

Por esas y otras vías llegó a ser el primer Jefe de Estado Mayor del Ejército surgido de las filas de la inteligencia militar. Esa especialización explica por qué fue tan protegido por el kirchnerismo, muy interesado en el espionaje interno a periodistas y opositores. Milani juró por el “proyecto nacional y popular” al asumir en el 2013. Fascismo puro y duro.

Pérez Esquivel, en nombre de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, se opuso a esta designación. Sin embargo el CELS, a pesar haber funcionado como “filtro” de los ascensos militares desde los noventa, insistió en que “no existe en archivo información que vincule” a Milani “con violaciones a los derechos humanos o acciones contra el orden democrático”. Tiempo después, y ante las abrumadoras evidencias, el CELS cambió su posición. Hoy celebra la detención.

Aun así, el expediente del 2007 por la desaparición de Alberto Ledo siguió durmiendo el sueño de los justos en Tucumán. Toda la documentación del caso formaba parte de la causa por el Operativo Independencia pero Milani no fue investigado ya que la prueba se refería a hechos ocurridos “después del 24 de marzo de 1976”. Es decir que la persecución de un posible delito de lesa humanidad fue puesta en suspenso en base a una cuestionable clasificación administrativa. Una burla.

Al parecer, fue el ex procurador Esteban Righi quien dio la orden de frenar la investigación contra Milani, y la Unidad Fiscal de Investigación de las Violaciones a los Derechos Humanos en Tucumán archivó la causa. El periodista Gabriel Levinas cita una fuente según la cual existía un “doble estándar” para dormir los casos de violaciones a los DDHH vinculados con el kirchnerismo. Milani, quien creció patrimonialmente entre facturas truchas y compras sin licitación del Ejército, siguió en su cargo hasta el 2015.

Todo esto es parte de nuestra historia. Es historia conocida. Por eso es un buen día para dejar de lado las chicanas y celebrar la decisión del Juzgado Federal de La Rioja. Milani también declaró en Tucumán por la desaparición de Ledo el miércoles pasado, pero no quedó detenido. Por Ledo aún sigue libre. Tengo la esperanza, no obstante, de que ésta sea la vencida, y que también deba responder ante los tucumanos. Ante todos nosotros.

Tucumán es un lugar lleno de historia, que al mismo tiempo olvida muy rápido y muy frecuentemente. Pero aquellos que olvidan no tienen futuro.

1 Comment

  1. Matias dice:

    Se olvidaron aclarar que Nilda Garré, ex Ministro de seguridad en el gobierno de CFK, fué una activa guerrillera montonera, conocida con el nombre «de guerra» como Comandante Teresa participando en el comando Guerrilero Ramon Rosa Gimenez en los montes tucumanos.
    Saludos.